Una conjugación que a nadie satisface

Por Zazil-Ha Troncoso

Desde el primer Diccionario de la Real Academia Española que existe el verbo satisfacer, y casi tres siglos después, es hora que seguimos batallando para conjugarlo.

“¿Satisfacieron sus necesidades?”. Mmmm, suena bien, lógico, razonable, natural, aunque siempre queda ese dejo raro. Como que no estamos muy convencidos…

Ciertamente es incorrecto. En su lugar debe usarse el, sí, horroroso satisficieron. Y peor, lo que sería una respuesta: “Sí, satisficimos nuestras necesidades”.

Por donde se le busque suena raro, aunque esté bien: satisfaré, satisficiste, satisfaría, satisfaremos… Ya un poco más decente nos suena: satisface, satisfaga, satisfacíamos. Ahí no hay nada que objetar.

¿Cuál es el secreto para conjugar el verbo satisfacer correctamente? Sencillo, como lo hacemos con el verbo hacer.

Visto así, entonces el uso de satisfacieron, tan frecuente en nuestra habla, pierde todo sentido cuando caemos en la cuenta de que nunca jamás diríamos hacieron.

En cambio sí es correcto el gerundio satisfaciendo porque sí haríamos sin problemas la conjugación haciendo.

¿Y por qué, millones de satisfacieron orales y escritos después, la Real Academia se niega a modificar la conjugación para seguirle la corriente al vulgo?

Basta poner como ejemplo lo que hizo la institución con el verbo licuar, que todavía a finales del siglo pasado se conjugaba como averiguar, es decir, “yo licuo, tú licuas…”

Pero después de tantos licúo, licúas…, ahora se conjuga como actuar, aunque todavía se acepte la anterior forma de hacerlo.

En el caso de satisfacer, habría motivos sobrados por parte de la Real Academia para persistir en que se conjugue como hacer.

Y es que finalmente, satisfacer viene del latín satisfacere, integrado por las palabras latinas satis -o sea, bastante– y facerehacer-.

El caso es que entre la lógica postura de la Real Academia, y la lógica oral de los hablantes, el único acuerdo es que no hay acuerdo, y por lo que se ve, ni una ni otra parte quedarán satisfechas.

Y mientras, según el Corpus de Referencia del Español Actual, por cada dos que utilizaron satisficieron, hay uno que usó el incorrecto satisfacieron. Y eso que hablamos de escritos, donde predomina el uso culto y la corrección de estilo.

¿Quién ganará la batalla? Y lo mejor de todo: ¿cuándo?

Fuentes: 1, 14.

Las graves agraviadas (o las llanas allanadas)

Por Zazil-Ha Troncoso

¿Por qué prohíbe se acentúa a pesar de ser grave y terminar en vocal?

Es el típico caso engañoso que se da por la norma de que si la palabra es grave y termina en vocal, no se acentúa (¿checaste que acentúa es grave, termina en vocal y lleva acento?).

Lo que sucede es que cuando se junta una vocal fuerte (a, e, o) con una débil (i, u), y la débil es tónica, entonces se acentúa, sin importar en qué letra termine la palabra.

En el caso de prohíbe, la vocal fuerte es la o, pero el acento está en la débil, que es la i, así que se acentúa.

Eso explica por qué acentúa también lleva acento: la vocal tónica es la débil (u), a diferencia de lo que sucede en acentuar, donde la vocal tónica es la fuerte (a).

Lo mismo aplica para los verbos que, conjugados, terminan en ía: dormía, rugía, comía… pues el acento va en la vocal débil, o sea la i.

Es así como se hace distinción entre sabia (la que sabe mucho) y sabía (la que ya tenía conocimiento).

En estas situaciones pasa algo interesante: se rompe el diptongo (dos vocales en una sílaba) y se produce lo que se llama hiato (dos vocales en dos sílabas).

Así, acentuar tiene tres sílabas porque no hay acento que rompa el diptongo: a-cen-tuar, mientras que acentúa tiene cuatro debido a que se produce el hiato: a-cen-tú-a.

En el caso de sabia y sabía, como puedes observar, ambas son graves, con la diferencia de que sabia tiene dos sílabas por el diptongo, y sabía, tres por el hiato.