Un vaso de agua

Seguramente alguna vez te ha pasado que pides un vaso de agua, y no falta el que te pregunta, muy convencido: ¿un vaso de agua o un vaso con agua? ¡Mándalo a volar! La preposición de sirve para señalar lo contenido en algo, de tal modo que también se puede hablar de un plato de puré. Así que para la otra, ya sabes.

Fuente: 1

¿Bugambilia o buganvilia?

Lo correcto es buganvilia, y todavía más, buganvilla, pero en México y Guatemala se usa bugambilia. Todas son válidas y se ajustan a la norma de que siempre antes de b va m, y antes de v va n. El nombre de esta flor viene del conde de Bougainville, un navegante que la introdujo a Europa.

Fuentes: 1, 2, 17

¿Por qué “el” agua, pero “las” aguas?

El agua, las aguas. El arma, las armas. El águila, las águilas. El hacha, las hachas. Si son palabras femeninas, ¿por qué también se usan en masculino si acaban en a?

La norma lo explica todo: si la palabra, como ya decíamos, termina en a, pero también empieza en a o en ha -sonoramente es lo mismo-, y además la primera sílaba es tónica, entonces el plural es femenino, pero el singular es masculino.

Si el singular fuera femenino, se juntarían las aes y terminaríamos diciendo l’agua, l’águila… Como el plural termina en s, no se da ese problemilla, por eso podemos decir las aguas, las águilas.

Pero aunque estén en masculino, tienen la peculiaridad de que las palabras que las acompañen van en femenino, al igual que en el plural: el agua bendita, las aguas benditas.

Otros ejemplos: el águila a la que me refería, , el agua está helada, el hada madrina, el hacha terminó rota, el alma está adolorida, no había ningún arma, el área está cercada, ¿hay algún aula desocupada?

Si te fijas, alergia, algarabía y hamburguesa también terminan en a y empiezan en a o en ha, pero la primera sílaba no es tónica. Por eso son igual en plural y en singular: la alergia, las alergias.

Fuente: 3

¿Por qué nietecito y no nietito?

Bien fácil. Cuando la palabra tiene dos sílabas, o es bisílaba pues, termina en a o en o, la segunda sílaba es átona y en la primera sílaba tiene los diptongos ie o ue, tiende a construirse el diminutivo con las terminaciones ecito y ecita. Otros ejemplos son: vientecito, nuevecita, hierbecita y huevecito, aunque también puede ser vientito, nuevita, hierbita y huevito. Al gusto de cada quien.

Fuente: 3